viernes, 27 de noviembre de 2009

LAS NTIC, EXPERIENCIAS Y DESAFIOS EN MEXICO


La década de los ochenta fue definitiva en México y gran parte de los países de América Latina para la adquisición de Nuevas Tecnologías dela Información y Comunicación.
A pesar de la crisis económica y política, los países se equiparon de forma paulatina.
En un primer momento las NTIC entraron a México por tres diferentes rutas:
1. La empresa privada, donde Televisa desempeño un papel importante.
2. El gobierno.
3. El mercado negro.
Hoy día la tecnología llega a México como parte del proyecto neoliberal y de acuerdos internacionales de la envergadura de la Organización Mundial del Comercio y del Tratado de Libre Comercio con América del Norte.

Si se hiciera un breve análisis de la dirección que ha tomado la investigación de la comunicación en México de 1980 a la fecha, podrían observarse las siguientes variables:
• A pesar de contar con nuevos soportes informáticos, como el caso de Internet y un sin numero de revistas que tocan temas relacionados con el tema de las telecomunicaciones, muchas veces las informaciones que se presentan son contradictorias o no coinciden entre si.
• La fuentes gubernamentales y las empresas privadas consideran confidenciales los datos mas importantes relativos a tal rubro .
• México como gran parte de los países de América Latina no cuentan con un anuario estadístico sobre medios de comunicación.
Ello se traduce en un vacío informativo que dificulta analizar la compleja estructura y crecimiento de las NTIC en su conjunto.
Se ha analizado mucho la relación de la Tecnologías con el poder económico y político. Se les ha contemplado como un apéndice de la fuerza multinacional, como una consecuencia de los procesos de globalización, como agentes del neoliberalismo. Sin embargo son pocas las referencias que se hacen a temas que las atañen en forma mas directa:
• El determinismo tecnológico ante el objeto de estudio.
• La creación de nuevos sistemas de información y comunicación.
• Las profesiones que derivan de ese sistema .
• Los lenguajes digitales.
• Los nuevos usos que derivan de tales universos.
La investigación en México ha sido en la mayoría de los casos descriptiva, con muy escasa referencia al campo experimental y con pocas aportaciones de la teoría de la comunicación latinoamericana.
Puede concluirse pues que a pesar de que el equipamiento de la industria de los hogares en México ha sido acelerado, son pocos los estudios que se han consagrado a investigar de que manera dichas tecnologías están influyendo en la composición de la sociedad mexicana del siglo XXI.
FUENTE:
Experiencias y desafíos de la nuevas tecnologías de información, Un balance de sus estudio en México // Carmen Gómez Mont
EL FUTURO QUE YA LLEGO A NUESTRAS VIDAS

Para muchos comunicólogos y comunicadores profesionales la visión del futuro de nuestra sociedad la percibimos a través de la óptica de uno de los profetas o pensadores mas originales y controvertidos y difíciles de entender, como lo fue Marshall McLuhan. Quizá su “Aldea Global” representa la imagen y metáfora mas popular, o por lo menos mas citada de lo que es y puede llegar a ser el mundo de frente al siglo XXI, un mundo donde la presencia tecnológica y la explosión informativa va en aumento.

Desde aquella gran computadora de la Universidad de Pennsylvania que para activar sus bulbos requería de la mitad de la energía eléctrica de la propia universidad en los 50´s, hasta los estuches portátiles que ahora utilizamos, existe un mundo de diferencia.
Este mundo es el futuro que ya llegó a nuestras vidas y que llamamos sociedad de la información.

La sociedad dela información nos puede llevar, sin movernos de nuestros escritorios a cualquier geografía mundial. Nos permite conversar con colegas y amigos e intercambiar ideas e impresiones con los clientes o con los amigos, proveedores, asociados de negocios, etc. a los que nunca hemos visto físicamente.
Esta sociedad de la información, como todo cambio profundo en la vida de una comunidad, nos ha traído neologismos, es decir, le ha dado un nuevo significado a palabras y conceptos de antaño, como ejemplos tenemos:

• El verbo “navegar”. Anteriormente, navegábamos por mares o ríos, ahora lo hacemos por el ciberespacio.

• Antes existían la redes de voleibol, básquetbol y tenis, ahora los tiempo determinan que tengamos direcciones de Internet y estar disponibles por correo electrónico, todo ello en la red.

Seria u error afirmar que el conocimiento apenas se empieza a apreciar como recurso de mejora y avance en nuestra sociedad, o para el caso, en otras sociedades además de la nuestra. Lo que si es un hecho es que la realidad que se nos presenta en la Aldea Global, mundo global o economía globalizada, es que el conocimiento es básico para sobrevivir en un entorno de creciente competencia y sofisticación

Ya no es suficiente disponer de información, el reto también esta en aplicarla de tal manera que podamos conocer cada vez mejor y de manera mas profunda lo que hacemos como ejecutivos, organizaciones y sociedades.




FUENTE:
La comunicación en la Aldea Global // Abraham Nosnik O.


LA BRECHA DIGITAL
La brecha digital es probablemente uno de los primeros conceptos con que se inicia la reflexión alrededor del tema del impacto social de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Desde entonces se percibe que estas tecnologías van a producir diferencias en las oportunidades de desarrollo de las poblaciones y que se establecerá una distancia entre aquellas que tienen o no tienen acceso a las mismas.
Desarrollo y solidaridad digital
Para hacer una revisión histórica del concepto hay que recordar que, en general, la relación entre tecnología y desarrollo ha sido muy frecuentemente percibida como una relación lineal. Inclusive, en los años 60-70, se propiciaron - al menos en Latinoamérica - una gran cantidad de programas nacionales con el apoyo de los organismos internacionales y bilaterales orientados a la “transferencia tecnológica” de los países desarrollados hacia los países pobres. Aunque en esta ocasión se referían principalmente a la transferencia tecnológica orientada a la producción industrial ya se suponía que la disponibilidad de tecnología produciría desarrollo.
Cuando, alrededor del año 1978, en los países ricos se dio el auge del desarrollo informático se discutía sobre el impacto de esta tecnología en el desarrollo. Con este propósito la UNESCO crea un organismo intergubernamental de informática (IBI) cuyo propósito es crear las condiciones para que los países pobres lograran su crecimiento informático y con eso se redujera la brecha con los países ricos. Es entonces desde la informática y no necesariamente desde la expansión de la Internet que se comienza a construir el discurso sobre la brecha digital.
“La adopción de la informática por los países del Tercer mundo y la aplicación de una política en este ámbito les permitirá acceder al mismo nivel de desarrollo que los países industrializados.
La experiencia de los países industrializados prueba que la informática, nacida del progreso, puede, a cambio, acelerar el desarrollo. Si los países en desarrollo logran dominarla, puede incluso, gracias a una mejor administración de los recursos, contribuir a atenuar la brecha que los separa de los países poderosos”[1]
Este discurso se generaliza posteriormente con la expansión de la Internet. En el año 2000 en Okinawa, el G7 [2] define como uno de sus principales nortes el desarrollo de la sociedad de la información (global information society) y crea la Dot Force con el propósito de integrar esfuerzos internacionales y encontrar maneras efectivas de reducir la brecha digital. Aunque ese documento no da una definición precisa de la brecha digital, se puede deducir que se entiende como la inclusión o exclusión de los beneficios de la sociedad de la información.
“Renovamos nuestro compromiso con el principio de inclusión: todo el mundo, donde sea que se encuentre, debe tener la posibilidad de participar; nadie debe quedar excluido de los beneficios de la sociedad de la información.” [3]
Otro hito en la construcción del concepto se da en la Cumbre de la Sociedad de la Información en Ginebra, 2003 [4] cuyo tema de convocatoria es precisamente la reducción de la brecha digital. Se comprende que la misma se reducirá con el acceso a las TIC y con la creación de oportunidades digitales. En esta Cumbre se propone como estrategia la solidaridad digital de los países ricos con los países en desarrollo.
“Reconocemos que la construcción de una Sociedad de la Información integradora requiere nuevas modalidades de solidaridad, asociación y cooperación entre los ¬gobiernos y demás partes interesadas, es decir, el sector privado, la sociedad civil y las organizaciones internacionales. Reconociendo que el ambicioso objetivo de la presente Declaración -colmar la brecha digital y garantizar un desarrollo armonioso, justo y equitativo para todos- exigirá un compromiso sólido de todas las partes interesadas, hacemos un llamamiento a la solidaridad digital, en los planos nacional e internacional.” [5]
Posterior a la Cumbre del 2003, se crea la UN ICT Task Force (Fuerza de Tarea de TIC de la ONU) que sustituye en cierta medida la Dot Force y cuyo objetivo principal es relacionar el uso de las TIC con la consecución de los objetivos del milenio también definidos por las Naciones Unidas. Con este acercamiento se pretende explicitar cómo las tecnologías de información y comunicación pueden ser utilizadas como instrumento de desarrollo. Otro aspecto importante de rescatar de esta propuesta es que ya no se habla solamente de la Internet sino de otras tecnologías de información y comunicación como la telefonía móvil.
La UN ICT Task Force define la brecha digital de la siguiente manera:
“En los últimos años, como consecuencia de que las tecnologías de la información y de la comunicación se han convertido en la columna vertebral de la economía de la información mundial y de que han dado lugar a la sociedad de la información, se ha puesto mayor atención a la diferencia de acceso a las TIC entre los países desarrollados y los países en desarrollo. Esta diferencia se conoce como la “brecha digital”. Pero ¿qué tan grande es? ¿Está creciendo o se está reduciendo?
Una manera significativa de medir esta diferencia de acceso a las TIC es estudiar las divergencias entre los países desarrollados y los países en desarrollo en lo concerniente a la introducción de diversos servicios de TIC (teléfono, teléfono celular, internet) y de computadoras portátiles, en la última década. [...] La diferencia se ha reducido visiblemente, con un progreso particularmente rápido en el sector de los teléfonos celulares y en el uso de internet.”
La UIT convoca, en el 2004, al evento “Building digital bridges” [6] en el cual se retoma el concepto de brecha digital a partir de las diferencias de conectividad, ahora incluyendo además la diferencia en las velocidades de conexión, entre el dial up y el wireless por ejemplo.





Los tres aspectos de la brecha digital
También se posiciona en este evento de UIT que la brecha digital está basada en aspectos de acceso pero también en los relacionados con el uso de las TIC. Se proponen tres tipos de brecha digital: la de acceso, basada en la diferencia entre las personas que pueden acceder y las que no a las TIC ; la de uso, basada en las personas que saben utilizarlas y las que no ; y las de la calidad del uso, basada en las diferencias entre los mismos usuarios.
Como puede deducirse, el concepto de brecha digital se ha modificado a través del tiempo. En un principio se refería básicamente a los problemas de conectividad. Posteriormente, se empieza a introducir la preocupación por el desarrollo de las capacidades y habilidades requeridas para utilizar las TIC (capacitación y educación) y últimamente también se hace referencia al uso de los recursos integrados en la tecnología. Así, el concepto de brecha digital incorpora los siguientes enfoques básicamente:
a) El enfoque hacia la infraestructura: o sea, la posibilidad/dificultad de disponer de computadoras conectadas a la red mundial. Esto incluye también el problema de servidores y de backbones. De hecho, los países del sur siguen dependientes de los equipamientos del norte.
b) El enfoque hacia la capacitación: es decir, la capacidad/dificultad de usar estas tecnologías. Se empezó a contemplar que también existe una diferencia relacionada con las habilidades y capacidades para utilizar adecuadamente la tecnología y no solamente con la posibilidad de disponer de computadoras. En este sentido, se comienza a desarrollar el concepto de alfabetización digital relacionado con el de brecha digital.
c) El enfoque hacia el uso de los recursos: se refiere a la limitación/posibilidad que tienen las personas para utilizar los recursos disponibles en la red. En los últimos tiempos, se ha integrado en el concepto de brecha digital las posibilidades de utilizar la tecnología no ¬solamente para acceder a la información, el conocimiento sino también a un nuevo modo de educación y para aprovechar de las “nuevas oportunidades” como el desarrollo de los negocios, la atención médica en línea, el teletrabajo, el disfrute de nuevas formas de entretenimiento y ocio.
Basados en estos elementos, muchos de los organismos internacionales han definido una política de desarrollo orientada a la reducción de la brecha digital. Sin embargo, a pesar de la evolución en el concepto, se enfatiza principalmente en el desarrollo de la infraestructura tecnológica. Las inversiones y las políticas nacionales para la reducción de la brecha digital siguen orientadas principalmente hacia el desarrollo de la conectividad.
Una de las mejores maneras de concretar la comprensión de un concepto es la forma en que este se le valora. En este sentido, las más importantes mediciones de la brecha digital (e-readiness, UIT) están relacionadas con el grado de masificación del uso de las TIC entre países, regiones, grupos o personas y se mide por variables como la disponibilidad de computadoras, la densidad telefónica y la velocidad de acceso por persona.

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